EL FINAL DE UN NUEVO COMIENZO

Por Lorena Colombatti

IG @cuerpocanal


Fuente: Pinterest


¿Quién me habita?

¿Quién escribe por mí?

¿Soy yo, o es algo más?

Las palabras bajan, simplemente aparecen,

no las busco, sólo suceden, como ahora.

¿De qué está inundada mi alma?

¿Acaso seré poesía?

¿Cuál es la dicha en estos días?

A veces siento que soy un sinfín, un sinfín de preguntas,

la incógnita me mueve y yo la muevo a ella.

A veces siento que mi canto es un rezo,

el cuerpo, una plegaria,

la danza, mi salvación.

La forma de sostenerme, encarnada y sintiendo, es bailando.

Cuando bailo, al fin puedo sentir que mis mundos se unen, tomo sentido.

Pues bajar o ascender no es más que pasar por el centro,

que el centro es el punto de irradiación donde todo sale y la vida sucede.

Aquí va terminando el día de una gran vida, la vida de un gran día.

Hoy dejo todos los envases, pues ninguno me contiene; yo contengo al mundo.

Yo he venido a hablarle al mundo, a ser su mensaje, a ser su canal.

Mensajera divina

Materia divina

Cuerpo y danza virginal

Divinidad encarnada recordando

Una voz inunda mi cuerpo:

“Cuando te olvides de ti y pierdas el sendero,

vuelve a esta hoja, la última de la primera, y verás,

recordarás que sólo vas andando tus pasos, siguiendo tus migas,

sanando eones en instantes precisos.

Eres alma y luego persona, nunca al revés;

del revés al derecho, vivirás mejor así."

Respiro y agradezco.

Suelto el envase.

Disuelvo la forma.

Destruyo la norma.

Creo lo nuevo.

Creo en lo nuevo.

Veo y siento la nueva era.

Pariendo un corazón alado.

Mi escritura nace de este estado de danza.

Mi danza nace desde el cielo para volverse más y más tierra.