NOTAS PARA UNA INVESTIGACIÓN DEL MOVIMIENTO: LA ESCUCHA

Por Melanie Jhan

IG @aguanabana


Fuente: Pinterest


El movimiento surge de la escucha. 

Escucha de la palabra.

Escucha del cuerpo. 

Un cuerpo tiene la capacidad de hablar. Tiene la capacidad de ser imagen y palabra en un movimiento. 

¿Cómo se afina el oído? ¿Quizás con práctica y atención?


Un cuerpo tiene la capacidad de escuchar, y a veces, finalmente lo logra cuando se ha cansado de no escuchar. 

El movimiento en el teatro responde a una necesidad. 

En el teatro, mi cuerpo debe estar presente porque estoy en un hecho vivo.

El movimiento es un lenguaje. 

Buscar la propia voz que se comparte y que es capaz de explorar posibilidades.

Conquistar las posibilidades del lenguaje afianzando la atención en ese impulso único que puede ser de mil formas. 

Un movimiento se imprime en el tiempo, queda, y se desvanece.

¿Cómo se escucha un impulso? 

¿Cómo se sabe cuando se escucha? 

¿Cómo se siente escuchar? 

Un bisonte es dibujado con 8 patas en una cueva para simular movimiento hace 32.000 años;

quedó inscrito en el tiempo. El movimiento es ancestral. 

Un poema es un sonido convertido en movimiento capaz de escribirse sobre cualquier superficie y espacio. 

No sé qué es lo que debo escuchar. 

¿Puede tener esto algo que ver con el placer? 

¿Puede el placer tener que ver con la lentitud?

¿Tiene el placer que ver con cómo me muevo?

Adecuarse a un espacio y reconocerlo lleva tiempo.

¿Qué conforma un espacio? 

Cuando mi pensamiento se une al movimiento, no pienso en moverme; me muevo con el pensamiento.

Hay una pulsión escondida de extrema fuerza y fortaleza cuando pienso que ya no puedo más.

Es un impulso inagotable como fuente de poder. Ahí está Dios. Fuerza creadora. 

Habitar los espacios vacíos. 

Ausencia tanto como presencia.

Combinar movimiento y respiración.

La respiración, tiene la facultad de dibujar el flujo energético de una acción concreta, traducida en movimiento.

Encontrar/fijar/respirar el impulso

Olvidar lo recordado y recordar otras formas extrañas que solo un cuerpo reconoce, y traduce.

Cuidar al otro es cuidarme; cuidarme es cuidar al otro.