LA PROPUESTA DE ISADORA

Por Valentina Carnicero


El texto que sigue a continuación fue escrito por Valentina Carnicero, en el marco de las actividades propuestas por el Taller Online El legado de ISADORA DUNCAN


Fotografía / Rekha Garton

Puedo decir que logré encontrarme con la propuesta de Isadora Duncan, me hallé en su fundamento, en sus principios, ideas y objetivos. El aprendizaje de su arte logró nutrirme tanto de información como de sentimientos, ya que la lectura de textos acerca de lo que plantea Isadora, permitió que conecte con un lado de mi persona que no conocía antes, la fluidez de mi espíritu.

En el momento que realizaba las entregas, trataba de interiorizar aún más la idea de la expresión sincera del individuo que Duncan muestra entre muchas otras de sus propuestas. Sentí cada palabra de cada texto, hasta lo incomprensible comenzaba a tornarse visible para mis ojos.

Isadora dio pie a mi descubrimiento, en donde empecé a percibir cada movimiento y sensación de cada una de mis pisadas al bailar, comencé a sentirme viva. Me inspiró a escuchar el viento que me envuelve cuando bailo en el patio de mi casa, a guiarme por lo que trata de decirme. Al bailar empecé a ver el cielo a través de la ventana de mi habitación, en donde el vuelo de los pájaros se ve reflejado, al igual que yo, por la razón de que aquel pájaro suspendido gracias a la brisa, era Valentina.

Toda palabra de los textos otorgados que recorría mi mirada, se convertía en un movimiento, en una conmoción. Sonaba de fondo música instrumental cuando comencé con la primera entrega del taller, allí mi brazos emprendían el desarrollo de una trayectoria dada por el compás de la música, acompañados lentamente por giros de mi cabeza; y en ese momento empecé a escribir, todo fluía, toda estructura se rompía, comenzaba a mezclarme en una armonía con la música, la sentí a Isadora.

A partir de ese momento, logré entender su planteo, me di cuenta porqué nunca me gustó bailar la danza clásica, por qué razón nunca me hallé con la perfección innatural que transmite el Ballet, por qué hubo momentos en los que me sentí encerrada en mi cuerpo y limitada por estructuras que se incrementaban en mí. Isadora logró darme aquellas respuestas y mostrarme un mundo que desconocía, aquel en el que renace mi esencia natural e incondicional. Pude encontrarme y conversar conmigo, logré descubrir el movimiento oculto que se hallaba en mí.