Universidad de Buenos Aires - Facultad de Ciencias Sociales
Licenciatura en Ciencias de la Comunicación
Investigación presentada en el marco del Seminario:
“COMUNICACIÓN, BIOPOLÍTICA, CUERPO:
UNA MATRIZ SOCIOTÉCNICA DE LA COMUNICACIÓN”
Lic. Ana González Vañek
Lic. Ana González Vañek
Introducción
Los desarrollos en ciencia y tecnología a través del devenir histórico, propician una constante transformación en las sociedades contemporáneas y sus manifestaciones, entre las cuales encontramos diversas expresiones artísticas.
Considerando que el seminario “Comunicación, biopolítica, cuerpo: una matriz sociotécnica de la comunicación” propone repensar el problema de la biopolítica partiendo de una hipótesis de “mutua determinación” entre fenómenos técnicos y fenómenos sociales-comunicacionales, intentaré dar cuenta de cómo la danza contemporánea se constituye como tal dentro del marco de una matriz socio-técnica comunicacional que incluye desde los cuerpos de los bailarines, hasta los dispositivos tecnológicos y científicos que son utilizados en diversas performances.
Considerando las concepciones desarrolladas por José Jiménez en su ensayo “Arte y Tiempo”, podríamos pensar que, para comprender la situación que el arte vive en la actualidad, es preciso advertir en qué medida la escisión respecto de la técnica ha desaparecido, o se encuentra en proceso de desaparición. En un mundo donde la técnica ha impregnado la comunicación, introduciéndose de esta manera en el corazón del arte, “la vieja situación jerárquica se invierte: la técnica se convierte en el modelo ideal, en el punto de referencia para el arte.”
Al mismo tiempo, Jiménez propone dos ideas con el fin de pensar el papel del arte en la posmodernidad. La primera de ellas, consiste en la emancipación del arte respecto de la técnica pero reutilizándola y apropiándose de sus soportes. Por su parte, la segunda idea proclama la “voluntad de lo irrepetible” y subraya la individualidad asediada frente al anonimato de la indiferenciación y la mutilación electrónica de los cuerpos.
Historización
Para comenzar, podríamos localizar los orígenes de la danza contemporánea en lo que hoy denominamos danza moderna. Ésta, en tanto que vinculada con la tradición modernista de las vanguardias, pretendió desde sus orígenes manifestarse como una reacción contra el orden establecido, ya sea contra la práctica de la danza clásica y su exigente disciplinamiento corporal, propio de una etapa de expansión del capitalismo, como contra el orden social en general.
Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial y hasta nuestros días, diversas corrientes dentro de esta manifestación artística se alejaron de aquellas iniciales pretensiones con la intención de generar sus propias técnicas. En este sentido y teniendo en cuenta las palabras de José Jiménez, podríamos pensar que la danza contemporánea se apropia de ciertos mecanismos y dispositivos de control social, pero para reutilizarlos; para transformarlos estéticamente como significaciones de “liberación corporal”; es decir, para la producción y creación de nuevas significaciones sociales a través de los movimientos corporales fusionados con la utilización de las nuevas tecnologías.
Considerando el lugar central que ocupan los cuerpos en esta expresión artística y la existencia de diversos dispositivos estatales de control así como también de índole familiar, cultural y de clase, que organizan y limitan el desarrollo de la gestualidad y los movimientos corporales, se nos presentan algunos interrogantes.
Si la biopolítica se presenta hoy en día como la acción de diversos mecanismos de control sobre los cuerpos y, por ende, sobre la propia vida; y si consideramos que, por un lado, la práctica de danza contemporánea propone, desde sus orígenes, cierta reacción contra un sistema de dominio; y por otro, se desarrolla en tanto partícipe del mismo a través de la supeditación a cuestiones de índole mediática y estatal, así como también a la implementación de técnicas disciplinarias y fuerte presencia de dispositivos tecno-científicos: ¿En qué sentido podríamos hablar de Biopolítica en el caso de la Danza Contemporánea? ¿De qué manera aparecería el control sobre los cuerpos en dicha manifestación artística?
Es a partir de este nudo problemático que he decidido desarrollar mi recorrido. No pretendo arribar de manera sistemática a conclusiones específicas sino describir y analizar posiciones acerca de lo que he considerado una relación dialéctica entre Danza y Biopolítica, utilizando para ello diversas categorías teóricas.
Marco Teórico
Previamente, me interesa destacar que la noción de "arte" constituye un elemento fundamental en la elaboración del presente trabajo. Es a partir de las concepciones de Theodor Adorno que daré cuenta de la relación entre comunicación, cuerpo y biopolítica en la actualidad. Entre otras cuestiones, Adorno sostiene que la esfera de la recepción del arte, de todo arte, está sometida completamente a la industria cultural.
Por otro lado, es imprescindible realizar un acercamiento conceptual, descriptivo y explicativo sobre los modos de funcionamiento de la danza contemporánea, entendida como práctica social que se resignifica de manera permanente; sin olvidar que se trata de una expresión artística cuya función de comunicación es realizada en y por el lenguaje corporal a través de la generación de significados y re-producción de sentidos socialmente adquiridos.
En primer lugar, intentaré describir y caracterizar el contexto de surgimiento de la danza contemporánea, así como también las causas principales de su aparición. Es aquí donde nos encontraremos con dos figuras que se han convertido en factores de vital importancia a la hora de llevar a cabo este trabajo y sobre las cuales haré especial énfasis. Me refiero a las bailarinas Loie Fuller e Isadora Duncan, precursoras de la danza moderna en occidente. La primera, por haber dado nacimiento al comienzo de un trayecto posible de la relación entre danza y tecnología. La segunda, por haber sido la única bailarina que, a partir de la “búsqueda de lo natural” en sus creaciones, no elaboró una técnica y por lo tanto, no dejó “escuela”.
En segundo lugar, llevaré a cabo un recorrido histórico desde el surgimiento de la danza contemporánea hasta nuestros días, atravesando sus diferentes etapas de constitución y corrientes principales. Paralelamente, intentaré establecer relaciones entre las mismas y determinados sucesos históricos relevantes, entre los cuales haré especial énfasis en la Segunda Guerra Mundial, describiendo sus consecuencias fundamentales en el desarrollo de las artes, particularmente, en el desarrollo de la danza contemporánea.
En este sentido, tomaré en cuenta las palabras del filósofo José A. Zamora quien, siguiendo los planteos de Adorno, pretendió abordar la crisis de la obra de arte autónoma y el cuestionamiento de las instituciones tradicionales que enmarcan la producción y la recepción del arte. Para Zamora, es necesario convertir a la institución “arte” en cuanto tal en objeto de consideración bajo la perspectiva que instaura el quiebre histórico representado por la catástrofe de Auschwitz. La cuestión, entonces, consiste en cómo es posible el arte en general, después de la existencia de los campos de concentración.
Al mismo tiempo, pondré en juego la utilización de diversas categorías teóricas analizadas a lo largo del seminario, centrándome, especialmente, en autores como Foucault, Hardt y Negri, Nietzche, Agamben y Sibilia, entre otros. Asimismo, he considerado pertinentes los conceptos desarrollados por Brian Wallis en “El arte después de la Modernidad” (2002).
Cabe destacar que planteo mis inquietudes para transitar un sendero que se abrirá en forma de nuevas propuestas. Debido a que la reflexión y la actitud crítica forman parte de un imaginario que la danza atraviesa en mi vida a cada instante, no puedo más que exponer un pensamiento que es sentimiento, y un sentimiento que es pensamiento.
Considerando que el seminario “Comunicación, biopolítica, cuerpo: una matriz sociotécnica de la comunicación” propone repensar el problema de la biopolítica partiendo de una hipótesis de “mutua determinación” entre fenómenos técnicos y fenómenos sociales-comunicacionales, intentaré dar cuenta de cómo la danza contemporánea se constituye como tal dentro del marco de una matriz socio-técnica comunicacional que incluye desde los cuerpos de los bailarines, hasta los dispositivos tecnológicos y científicos que son utilizados en diversas performances.
Considerando las concepciones desarrolladas por José Jiménez en su ensayo “Arte y Tiempo”, podríamos pensar que, para comprender la situación que el arte vive en la actualidad, es preciso advertir en qué medida la escisión respecto de la técnica ha desaparecido, o se encuentra en proceso de desaparición. En un mundo donde la técnica ha impregnado la comunicación, introduciéndose de esta manera en el corazón del arte, “la vieja situación jerárquica se invierte: la técnica se convierte en el modelo ideal, en el punto de referencia para el arte.”
Al mismo tiempo, Jiménez propone dos ideas con el fin de pensar el papel del arte en la posmodernidad. La primera de ellas, consiste en la emancipación del arte respecto de la técnica pero reutilizándola y apropiándose de sus soportes. Por su parte, la segunda idea proclama la “voluntad de lo irrepetible” y subraya la individualidad asediada frente al anonimato de la indiferenciación y la mutilación electrónica de los cuerpos.
Historización
Para comenzar, podríamos localizar los orígenes de la danza contemporánea en lo que hoy denominamos danza moderna. Ésta, en tanto que vinculada con la tradición modernista de las vanguardias, pretendió desde sus orígenes manifestarse como una reacción contra el orden establecido, ya sea contra la práctica de la danza clásica y su exigente disciplinamiento corporal, propio de una etapa de expansión del capitalismo, como contra el orden social en general.
Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial y hasta nuestros días, diversas corrientes dentro de esta manifestación artística se alejaron de aquellas iniciales pretensiones con la intención de generar sus propias técnicas. En este sentido y teniendo en cuenta las palabras de José Jiménez, podríamos pensar que la danza contemporánea se apropia de ciertos mecanismos y dispositivos de control social, pero para reutilizarlos; para transformarlos estéticamente como significaciones de “liberación corporal”; es decir, para la producción y creación de nuevas significaciones sociales a través de los movimientos corporales fusionados con la utilización de las nuevas tecnologías.
Considerando el lugar central que ocupan los cuerpos en esta expresión artística y la existencia de diversos dispositivos estatales de control así como también de índole familiar, cultural y de clase, que organizan y limitan el desarrollo de la gestualidad y los movimientos corporales, se nos presentan algunos interrogantes.
Si la biopolítica se presenta hoy en día como la acción de diversos mecanismos de control sobre los cuerpos y, por ende, sobre la propia vida; y si consideramos que, por un lado, la práctica de danza contemporánea propone, desde sus orígenes, cierta reacción contra un sistema de dominio; y por otro, se desarrolla en tanto partícipe del mismo a través de la supeditación a cuestiones de índole mediática y estatal, así como también a la implementación de técnicas disciplinarias y fuerte presencia de dispositivos tecno-científicos: ¿En qué sentido podríamos hablar de Biopolítica en el caso de la Danza Contemporánea? ¿De qué manera aparecería el control sobre los cuerpos en dicha manifestación artística?
Es a partir de este nudo problemático que he decidido desarrollar mi recorrido. No pretendo arribar de manera sistemática a conclusiones específicas sino describir y analizar posiciones acerca de lo que he considerado una relación dialéctica entre Danza y Biopolítica, utilizando para ello diversas categorías teóricas.
Marco Teórico
Previamente, me interesa destacar que la noción de "arte" constituye un elemento fundamental en la elaboración del presente trabajo. Es a partir de las concepciones de Theodor Adorno que daré cuenta de la relación entre comunicación, cuerpo y biopolítica en la actualidad. Entre otras cuestiones, Adorno sostiene que la esfera de la recepción del arte, de todo arte, está sometida completamente a la industria cultural.
Por otro lado, es imprescindible realizar un acercamiento conceptual, descriptivo y explicativo sobre los modos de funcionamiento de la danza contemporánea, entendida como práctica social que se resignifica de manera permanente; sin olvidar que se trata de una expresión artística cuya función de comunicación es realizada en y por el lenguaje corporal a través de la generación de significados y re-producción de sentidos socialmente adquiridos.
En primer lugar, intentaré describir y caracterizar el contexto de surgimiento de la danza contemporánea, así como también las causas principales de su aparición. Es aquí donde nos encontraremos con dos figuras que se han convertido en factores de vital importancia a la hora de llevar a cabo este trabajo y sobre las cuales haré especial énfasis. Me refiero a las bailarinas Loie Fuller e Isadora Duncan, precursoras de la danza moderna en occidente. La primera, por haber dado nacimiento al comienzo de un trayecto posible de la relación entre danza y tecnología. La segunda, por haber sido la única bailarina que, a partir de la “búsqueda de lo natural” en sus creaciones, no elaboró una técnica y por lo tanto, no dejó “escuela”.
En segundo lugar, llevaré a cabo un recorrido histórico desde el surgimiento de la danza contemporánea hasta nuestros días, atravesando sus diferentes etapas de constitución y corrientes principales. Paralelamente, intentaré establecer relaciones entre las mismas y determinados sucesos históricos relevantes, entre los cuales haré especial énfasis en la Segunda Guerra Mundial, describiendo sus consecuencias fundamentales en el desarrollo de las artes, particularmente, en el desarrollo de la danza contemporánea.
En este sentido, tomaré en cuenta las palabras del filósofo José A. Zamora quien, siguiendo los planteos de Adorno, pretendió abordar la crisis de la obra de arte autónoma y el cuestionamiento de las instituciones tradicionales que enmarcan la producción y la recepción del arte. Para Zamora, es necesario convertir a la institución “arte” en cuanto tal en objeto de consideración bajo la perspectiva que instaura el quiebre histórico representado por la catástrofe de Auschwitz. La cuestión, entonces, consiste en cómo es posible el arte en general, después de la existencia de los campos de concentración.
Al mismo tiempo, pondré en juego la utilización de diversas categorías teóricas analizadas a lo largo del seminario, centrándome, especialmente, en autores como Foucault, Hardt y Negri, Nietzche, Agamben y Sibilia, entre otros. Asimismo, he considerado pertinentes los conceptos desarrollados por Brian Wallis en “El arte después de la Modernidad” (2002).
Cabe destacar que planteo mis inquietudes para transitar un sendero que se abrirá en forma de nuevas propuestas. Debido a que la reflexión y la actitud crítica forman parte de un imaginario que la danza atraviesa en mi vida a cada instante, no puedo más que exponer un pensamiento que es sentimiento, y un sentimiento que es pensamiento.
Solicitud de acceso al trabajo completo:
agvagencia@gmail.com
agvagencia@gmail.com