Por Claribel Juarez
El texto que sigue a continuación fue escrito por Claribel Juarez en el marco de las actividades propuestas por el Taller Online El Legado de ISADORA DUNCAN.
En mi formación como Profesora de Expresión Corporal, la figura de Isadora Duncan resuena siempre. Está muy presente el legado que dejó; entendió el arte de la danza como una misión trascendente que toma fuerza del carácter intensificador de las emociones.
Lo que más me atrapo de ella es la forma ingenua que tuvo para representar la danza. Una danza natural y desenvuelta, que siguiera líneas orgánicas. Una danza capaz de expresar los ideales de la humanidad. El inspirarse en formas naturales evocando el alma al danzar, y el espíritu, es de gran motivación para nosotros/as.
En cada danza que realizo trato de encontrarme conmigo misma, con mi ser, con mi espiritualidad, como planteaba Duncan, poder manifestarme desde el espíritu con movimientos puros y concebir mi cuerpo como una materia sensible.
Liberar el cuerpo con pasos fluidos e intuitivos, despojarme de técnicas y sólo poner foco en el movimiento, y otorgarle protagonismo a mi cuerpo.
Este taller me permitió encontrarme y aprender más de la propuesta de Isadora. En cada lectura y devoluciones, me acerqué cada vez mas a la idea de poder expresarme naturalmente. Creo que Duncan fue y será una bailarina íntegra que revolucionó el mundo, y que contribuyó, a través de sus ideas, a un tipo de danza totalmente distinto al planteado durante años.
Deseo que este legado jamás se pierda, y que haya muchas más Isadora Duncan en la danza y en el mundo.
Para concluir cito una frase de ella, que me encanta:
“Danzar es sentir, sentir es sufrir, sufrir es amar; usted ama, sufre y siente. ¡Usted danza!”
