EL LEGADO DE ISADORA DUNCAN

Por Valentina Vitali


El texto que sigue a continuación fue escrito por Valentina Vitali en el marco de las actividades propuestas por el Taller Online El legado de ISADORA DUNCAN



"Lo que yo quiero es una escuela de la vida,
porque la riqueza del hombre es su alma"

ISADORA DUNCAN


Isadora Duncan me hizo replantearme y pensar muchas cosas. Creo que encontré en mí respuestas que no tenía y preguntas que no me hacía. Con cada entrega nueva que nos enviaban para leer, sentía que cada vez conocía más a una bailarina con la que me hubiera encantado tomar clases, ver su arte en primera persona y compartir historia. Creo que Duncan fue y será una bailarina ejemplar de revolución: cómo se animó a enfrentar aquello en lo que no creía y le parecía absurdo, y contribuyó, a través de sus ideas, a una danza y un ambiente totalmente distinto al planteado durante años.

Me gustó muchísimo su propuesta y cuando vi en la película “La danseuse” su admiración por un cuadro donde había un cuerpo desnudo, pude ver una adoración al ser, a la persona; amé tanto esa parte y ese cuadro que me hizo pensar en todo lo que nuestro cuerpo nos da, lo maravilloso que es y la cantidad de veces que buscamos taparlo, cuando sin dudas es una de las cosas más hermosas que tenemos los humanos. Y es nuestra piel el elemento más natural y puro; es a través de ella donde nos vemos.

En Isadora imagino fuerza, persistencia y una lucha constante, que fue ganada. Movilizó el arte, así como muchos otros artistas lo hicieron, pero a su manera. No dejó una técnica por aprender, pero dejó una investigación propia para cada uno y un incentivo para quien lea sobre ella.

Si me permiten, me gustaría decir unas palabras: Siempre vamos a tener impedimentos, obstáculos que nos quieran detener o personas que se nos interpongan. Pero nada ni nadie puede parar el anhelo de un artista. Porque donde hay arte, hay amor, hay pasión, hay vocación, hay una persona que es feliz gracias a ello, y ese sentimiento que nos genera puede mover absolutamente todo. Por más frustraciones que a veces nos genere, por más dolor que nos den ciertas cosas, todo eso también forma parte de nuestro arte, al igual que todo lo otro bello y hermoso que podamos hacer. No dejemos de hacer lo que nos hace felices por el qué dirán, por la edad o por creer que no es posible. Eso que verdaderamente amamos y sentimos no tiene límites por más que nos digan lo contrario. Saquemos a la luz nuestro artista interior, esa fuerza interior que nos mueve y nos hace ser. Gracias.