Por Victoria Tondo
El artículo que sigue a continuación fue escrito por Victoria Tondo en el marco de las actividades propuestas por el Seminario Online de Periodismo de Danza
Qué distinto es tratar de apreciar una pieza coreográfica a través una pantalla cuando estamos acostumbrados al escenario. La situación que atraviesa todo el mundo no nos deja más que esta única opción: la virtualidad. En este caso, voy a hacer referencia a “Appartement”, la obra de Mats Ek protagonizada por Diana Vishneva y Denis Savin.
¿Qué es lo que puedo ver e interpretar a través de mi apreciación virtual? No voy a negar que es difícil hablar de un cuadro escénico cuando no podemos percibirlo completamente ni tampoco elegir qué mirar con nuestros ojos. Dependemos totalmente de un camarógrafo, lo que por supuesto nos limita bastante.
Interpreto la historia como la relación una pareja: pareja complicada, quizás; pareja desgastada. De esas parejas que no se hacen ni bien ni mal, aunque es más el mal que el bien. Se puede apreciar la constante búsqueda de ella hacia él, pero al mismo tiempo las ganas de alejarse y separarse lo más posible; él, impidiéndolo.
Cuerpos que se mueven perfectamente tratando de, con el más preciso movimiento, expresar esa historia que hay detrás, mezclando la técnica perfecta en esos segundos de secuencias con la fluidez del
cuerpo; el dejarse llevar y caer; conexión absoluta entre la pareja de bailarines.
Si hablamos de la música, me pareció
la ideal para esta pieza; música a la que podríamos denominar como de suspenso, con tiempos que marcan momentos claves de la historia, un
acercamiento o un alejamiento.
La escenografía es justa. La puerta que
tanto habla y con la que tanto expresan los bailarines, el horno, la bañera y
el sillón son los elementos precisos para viajar con la historia a la privacidad
de una casa. Quizás resulte incómodo, para algunos, ver la orquesta arriba del escenario. En mi
opinión, esto genera un quiebre con el ambiente que se pretende lograr a través de la puesta en escena del hogar. Creo que hubiera
sido más ventajoso que se ubiquen por debajo, en el frente del escenario.
El vestuario sencillo, poco
llamativo, favorece a la puesta ya que el espectador puede enfocarse en los movimientos y
expresiones sin verse distraído por otros factores.
En conclusión, sabiendo que toda práctica produce sentido y posee un rol activo en la construcción social de las subjetividades, habría que preguntarse ¿qué significaciones se articulan en torno a esta obra? Aquí podríamos hacer referencia al amor: el amor de pareja. Vemos reflejada la esencia de una pareja que vive momentos felices, y otros de peleas y discusiones. Los bailarines manifiestan eso en sus miradas, en cómo tocan sus cuerpos, en el lenguaje de éstos y en cada movimiento.
Ficha artístico técnica: Bailarines: Cuerpo de ballet de la Ópera Nacional de Paris - Diana Vishneva y Denis Savi / Realización: Thomas Grimm / Música: Fleshquartet / Coreografía: Mats Ek / Escenografía y figurines: Peder Freiij / Diseño de iluminación: Erik Berglund