Por Francisca Salinas Romero
IG @francisca.salinas.art
Imagina una voz de narrador de documentales, bien colocada en los graves y que pronuncia palabra por palabra sin ningún apuro... ¿La tienes? Bien, ahora con esa voz imagina que cada letra de este párrafo es narrada con esa melodiosa voz, una voz que transmite tranquilidad, una voz que dan ganas de escuchar... ¿Lo imaginas?
Comencemos con una pregunta, pues son precisamente las preguntas las que generan un movimiento interno… nos incomodan o nos hacen buscar información en nuestro interior, impulsan un músculo que no podemos tocar pero que sabemos que sí está. Una pregunta activa recuerdos, una pregunta aguarda por una respuesta.
Como humanidad hemos respondido varias preguntas tales como: ¿Cómo llegar mas rápido a otro país? O ¿Qué sucede en la manzana cuando ésta cae del árbol?. Y así las respuestas nos llevaron a más lugares, a más conclusiones, y generó un movimiento mundial a gran escala, dio resultados que generaron más preguntas y avances en la ciencia.
De una u otra manera, estas preguntas tienen en común lo siguiente: conectar y comprender el mundo que habitamos. Comencemos entonces con una pregunta: ¿Por qué danzar? ¿Para qué expresar? ¿Dónde nace el movimiento?
Tal vez, cada uno puede encontrar una respuesta o bien tener más dudas al respecto, y eso está bien para mí. ¿Está bien para ti?
El tener incógnitas me ha impulsado a buscar en mi espíritu, a buscar en el Eterno, hacer preguntas remueve la información que cargo, información genética, mental y espiritual donde yace un espacio que puedo visitar siempre que tenga la valentía de hacerlo…
¿Por qué danzar? Porque puedo moverme por mí y por los que están silenciados en sus cuerpos, porque el impulso me empuja y la inquietud forma pasos y texturas de movimiento.
¿Para qué expresar? Para compartir las imágenes y canciones que llevo dentro, y al expresarlas, sólo entonces, puedo realmente hablar lo inaudible de mi ser eterno. Expresar es comunicar y por lo tanto, es conectar con otros.
¿Desde dónde nace el movimiento? Nace desde mi espíritu, desde el soplo del Eterno, su toque en mi ser integral genera una electricidad con luz que es vida, que luego es el movimiento que viaja por mi médula y llega hasta las extremidades donde incluso mi cabello danza al son de este sonido y mi alma no tiene más que unirse a la frecuencia celestial que está aconteciendo.
Puedo concluir que la danza nace de un espacio invisible, inaudible y amplio, donde mi voluntad de expresarlo activa el sonido e imágenes. Tal como cuando vemos reels, la danza es este tap en la pantalla que activa el sonido, es esencial, es único, es mi huella dactilar.
Puedo concluir entonces que existo por eso danzo y danzo porque existo, donde el tiempo no corre, donde hay abundancia de agua, donde mi espíritu sabe que es seguro ser quien soy, danzando voy viviendo, caminando entre medio de piruetas y texturas vivo, y ahí mis ojos se fusionan con la danza y ven frecuencias en todos lados, tempo y velocidad en las calles, silencios y melodías entre el tráfico de la ciudad, concreto y edificios no detienen mi cantar corporal, yo sé que necesito expresar, yo sé que soy más de lo que puedo medir, me llamo Danza Eternidad Viva y soy testigo del más allá, en el más acá.
