Por Eugenia Macías Guzmán
IG @eugeniamacias5
EDUARDO GUERRERO Y MARÍA JUNCAL
UNIR CAMINOS Y SINGULARIDADES EN EL FLAMENCO
Eduardo Guerrero y María Juncal se presentaron juntos este 2025 en Juncal Tablao Flamenco, en la colonia Roma de la Ciudad de México, como parte de las celebraciones por el tercer aniversario de este sitio que hoy es uno de los enclaves más representativos del flamenco actual en esta urbe.
Al compás de Soleá por Bulería, el espectáculo comenzó donde ambos se complementan encontrándose en unísonos y luego desfasando sus movimientos. Transitaron hacia una bulería donde cada uno exhibió sus artes en el vigor y el compás del zapateado para luego terminar juntos con llamadas que introducen el vigoroso cante de José Cachito Díaz, hijo de Mario Díaz, una familia que ha colaborado con los Amaya en México.
Braceos contundentes y presencia de energía emanaban de sus torsos, terminando secciones por llamadas álgidas para luego desarrollar secuencias más coreográficas, desplegando todo el cuerpo en su expresividad.
Después, cada uno desarrolló un baile propio: María Juncal, unas Alegrías vigorosas y vivas replanteando el vestuario flamenco hacia atuendos que priorizan la propia manera en que la bailarina quiere vestir en escena, y ya no tanto cánones rígidos, luciéndolo con la naturalidad de sus movimientos y su habilidad para ejecutar secuencias complejas, manteniendo el tiempo y el carácter del baile.
Eduardo Guerrero hizo lo suyo por su parte: una Soleá en la que desplegó sus diálogos con las corporalidades de otras disciplinas de la danza y el movimiento, permitiéndose libertades en saltos, inclinaciones y giros donde coexisten zapateados rigurosos con la estructura del cante y la métrica.
Guerrero activó momentos plenos de múltiples sonidos y en contratiempos que diversificaron la sonoridad, para luego acelerar e integrar cada vez más elementos, en esa dinámica de intensidad que sube y sube -tan característica en el flamenco- a la que añadió expresiones de esfuerzo, sacudidas de brazos y cabeza, gestos que generan armonías estrechas con los elementos rítmicos de la percusión en el cajón, a cargo de Héctor Aguilar, también colaborador de los Amaya en México, pues su hermano Santiago es compañero de Mercedes “Wini” Amaya.
María Juncal y Eduardo Guerrero han sido docentes en el festival Ibérica Contemporánea que se celebra cada dos años en la ciudad de Querétaro, reuniendo a bailaoras y bailaores, músicos, cantaoras y cantaores representativos de la escena contemporánea del flamenco en España y en México, en un generoso esfuerzo docente para transmitir a manos llenas sus artes.
Sobre los artistas
Eduardo Guerrero nació en Cádiz y baila desde niño. Comenzó en la escuela de una de sus abuelas, Carmen Guerrero y luego se formó con Mario Maya, Antonio Canales, Manolo Marín, el Conservatorio de Danza en esa ciudad. Ha colaborado profesionalmente en la compañía de Aída Gómez, el Ballet Nacional de España, con Eva La Yerbabuena, Rocío Molina, Javier Latorre entre otros. A partir de 2011 al ganar el Premio Concurso Coreográfico Conservatorios Profesionales, comenzó su carrera y su creación coreográfica en solitario con obras como Mayo (2011), en ese certamen, Re-torno, Teatro de la Abadía de Madrid (2014), Qualitätskontrolle, Amsterdam Der Kappel (2016), Guerrero, Teatro Mayor de Bogotá (2017), Gaditania, gira por Estados Unidos (2018), entre otras.
María Juncal, originaria de Las Palmas en Gran Canaria, también estuvo cercana al flamenco desde muy pequeña, formada con su tía abuela Trini Borrull, y luego en el Centro de Arte Flamenco Amor de Dios con maestros como Ciro, Merche Esmeralda, Güito, Manolete, La Tati, Cristobal Reyes, entre otros. Ha recibido premios como el Antonio Gades de Danza en Córdoba, el Trofeo Desplante en el Festival de Las Minas, por mencionar algunos. Tiene desde hace casi 30 años una estrecha relación con México a través de procesos docentes y distintos montajes escénicos en distintas ciudades del país y en otras latitudes tales como Destemplao, Quimera, El encierro de Anne Frank, Bailaoras, La vida es un romance, por mencionar algunos. Colabora en proyectos comunitarios y sociales como A compás flamenco en barrios de La Habana y con la fundación CONFE para personas con condiciones especiales.
