Lo que no querés ver

El texto que sigue a continuación fue realizado por Sabrina Rocha, en el marco de las actividades propuestas por el seminario de Periodismo de Danza. 


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"Lo que no querés ver"

Por Sabrina Rocha 


Victoria Mazari, Candelaria Boggino, Paola Castro, Candela Baceda
Fotografía: Sabrina Burgos


La compañía Danseur, dirigida por Victoria Mazari, despliega en su obra "Lo que no querés ver" una propuesta crítica hacia la danza, construida desde el baile, la actuación y las propias experiencias de sus integrantes.

El espectáculo que se presenta en Espacio Cultural Urbano, se desarrolla en una sala vacía, con luz baja por momentos, y luz alta y fría, por otros. Un proyector al inicio, da vida a una entrevista que tiene como protagonista a una suerte de “bailarina famosa”. Ella habla de sus inquietudes y de su pasión incondicional por la danza, dando a entender que nada malo ocurre allí y que, si así fuese, todo lo valdría por ser bailarina.

Luego entran a escena los integrantes de la compañía -Christian Sibille, Candelaria Boggino, Paola Castro, Marlene Asulay, Candela Baceda, Matías Viera, Elián Farías, Victoria Mazari- vislumbrándose en una sala con luz tenue mientras revelan sus vivencias en la danza.

Un grupo de bailarines muestra cómo se desarrolla su vida diaria, cómo dichas exigencias forman parte de su cotidianeidad y cuáles son los principales conflictos con los que conviven.  

“Lo que no querés ver” abarca temáticas controversiales en el área de danzas, tomando en cuenta las imposiciones estéticas, físicas y psicológicas que las instituciones reclaman necesarias para formarse como artistas.



Marlene Asulay, Christian Sibille
Fotografía: Sabrina Burgos


Los bailarines eligen  la danza como parte de sus vidas; la eligen porque les gusta, porque algo los atrae al acto de bailar. Por ello suben al escenario: para expresarse, para comunicarse a través del movimiento del cuerpo. Ellos critican su propio mundo, se muestran en contra de los esquematismos y estructuras que la institución de la danza impone. Y se preguntan: ¿Por qué la danza? ¿Por qué ser parte de un campo en el que la disciplina y las exigencias muchas veces toman mayor importancia que el amor por el propio arte?

Se ve a un bailarín en escena; se lo ve practicando reiteradas veces una secuencia, repitiéndola una y otra vez en el camino de la perfección y quedando inconforme con su desempeño. No satisfecho, cansado y frustrado, se retira.  Quizás sea “desesperación”, la palabra más propicia para describir este momento. La misma se percibe en su aliento, en el cansancio de su cuerpo,  en la coreografía y en sus gestos. Esta secuencia podría ser un reflejo de  la experiencia de muchos bailarines, al tratar de buscar la excelencia en cada movimiento.

Luego aparecen las mujeres, siendo estigmatizadas bajo la perfección estética -además de técnica-. Las bailarinas intentan dejar “perfecto” un peinado característico del ballet, hablando de lo tirante, de lo tenso, mientras la tensión en sus rostros y en sus cuerpos es explícita. Ambas escenas nos hablan de una respuesta: la búsqueda de una supuesta perfección estética y técnica impuesta desde las instituciones que engloban la danza.

Las instituciones de formación suelen establecer parámetros subjetivos para calificar y clasificar a las personas, condicionando las capacidades de los seres humanos para desplegar sus potencialidades creadoras. Los parámetros impuestos se encuentran arraigados en los bailarines, quienes se cargan con un peso que muchas veces no permite desplegar dicho arte con pureza y despreocupación.

La directora de la obra, Victoria Mazari, expresa ante el público su punto de vista, su experiencia propia, dando cuenta de aquello que el bailarín no quiere ver en la institución que abarca su práctica así como también de aquello que el público no quiere ver detrás de la práctica de danza, y de las angustias y motivaciones de los artistas.

Lo que no se ve en el escenario de un ballet o compañía de danzas, lo que queda por fuera del cuadro escénico, lo que quienes no forman parte del área de danzas desconocen y lo que el bailarín se debe cuestionar a la hora de preguntarse por qué bailar es puesto en cuestión a partir de la obra de Mazzari. Dichos aspectos se muestran explícitos, y la compañía Danseur los baila, los vive e interpreta para hacerlos llegar a quienes se acerquen a presenciarla.




“Lo que no querés ver” (Las princesas no cagan)



En octubre 
Funciones: viernes de octubre a las 23:00 hs
LUGAR: Espacio Cultural Urbano
Dirección: Acevedo 460, Villa Crespo, CABA.
Informes: 4854-2257 / Web: www.espacioculturalurbano.net
Entradas: $250 en la sala
Anticipadas adquiridas en el studio Bayres de Av Corrientes 1785 1piso B, de 10 a 13 y de 16 a 20 hs. Tel 4371-6544. Whatsapp 11-2250-6958. Son $ 200
En noviembre
Funciones: sábado 3, 10 y 24 de noviembre a las 21 hs
Teatro: La fábrica
Dirección: Acevedo 768
Entradas: $250


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“Una sala. Ocho personas expuestas a la luz, a la mirada del afuera, al reflejo que el espejo les devuelve de sí mismos. El esfuerzo por ser mejores, por tocar lo inalcanzable. “LO QUE NO QUERÉS VER” propone al espectador espiar por la cerradura para entrar al mundo de estos ocho protagonistas. Exigencias, complejos, obsesiones, la entrega desmedida por alcanzar la perfección. Finalmente las preguntas: ¿Por qué? ¿Para qué? ¿Para quién?”


Ficha artística y técnica

Dirección y coreografía: Victoria Mazari | Intérpretes: Christian Sibille, Candelaria Boggino, Paola Castro, Marlene Asulay, Candela Baceda, Matías Viera, Elián Farías, Victoria Mazari | Textos: Victoria Mazari | Asistencia coreográfica: Paola Castro | Asistencia y Entrenamiento actoral: Marlene Asulay | Diseño de imagen y Edición musical: Christian Sibille | Asistencia general, Cámara y Edición: Carolina Matsumoto | Asistencia técnica: Ro S Rodríguez | Fotografía: Sabrina Burgos | Produce Bayres, Estudio de Arte