SWITCH

El artículo que sigue a continuación fue escrito por Rosana Bernharstu en el marco de las actividades propuestas por el Taller Online de PERIODISMO DE DANZA


Diana Vishneva en Switch, de Jean-Christophe Maillot - 2015 ©Dave Morgan


Por Rosana Bernharstu


Switch es una obra de Jean-Christophe Maillot, interpretada por la reconocida bailarina rusa Diana Vishneva.


Al comenzar la pieza podemos apreciar en escena, a una bailarina lista para realizar su rutina, junto a una elegante barra de ejercicios.


La protagonista de la obra se acerca a la barra caminando lenta y pausadamente, hasta llegar a ubicarse frente a ella, y cuando parece que va a tomarla delicadamente con su mano para comenzar el entrenamiento, la empuja y derriba.


Un golpe seco al caer la barra y golpear en el piso; un golpe seco y uno… dos… tres pasos más de la bailarina que, con el comienzo de la música, da inicio a su danza.


Se trata de una danza en la que van apareciendo líneas en sus brazos, ángulos en sus piernas y un cuerpo que va tomando diversas formas sobre esa barra derribada.


Cuando la danza en el piso acaba, la barra vuelve de a poco -con sutileza y elegancia- a su lugar junto a la bailarina, como si fueran una.


Una vez arriba, las dos erguidas, comienza un diálogo entre ambas que tiene por momentos distancia en donde sólo la bailarina se mueve y hasta pareciera que la barra  la observara.


He sido testigo de una danza de entrega, juego, placer, que culmina en un abrazo sostenido entre ambas.


El título de la obra, Switch, refiere al cambio. Me hace pensar en un cambio de paradigma en la danza y, en esta obra en particular, en la visión del uso común y convencional que se da a determinados elementos, así como también en la invitación a cambiar esos usos e indagar en otros -menos habituales, tal vez más arriesgados-, siempre en busca de la creación de un hecho artístico. 


Quisiera recordar aquí las palabras escritas por Maurice Béjart en Cartas a un joven bailarín:


“Ya ves, este trozo de madera que acabas de dejar caer: La Barra. 

La barra es todo, pero deja de considerarla un instrumento o un punto de apoyo. 

La barra vive.

La barra te conoce.

La barra te observa.

Ella necesita mucho amor (…)”*


Para mí, es una obra de una simpleza conmovedora, sin ostentaciones y profunda en su contenido metafórico. 



*Maurice Béjart. Cartas a un joven bailarín. Libros del Zorzal (2005)