Por Marta Fialho
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¿Qué tienen en común el Yoga y la danza? Por un lado, el Yoga, una disciplina espiritual que tiene como propósito el desarrollo del Ser; por otro, la danza, una disciplina artística que utiliza el cuerpo como medio de expresión. Ambas prácticas parecen apuntar a superar lo obvio y objetivo, el cuerpo, para alcanzar algo más profundo: una energía en un plano metafísico, intentando trascender del pensar y hacer racional, al sentir y ser intuitivo (Criado 2020: 74).
En la danza, independientemente de sus diversas tradiciones, para que las obras nos afecten y nos lleguen, se necesita generar una energía envolvente que nos conecte con nuestro ser más profundo, lo que en Yoga se denomina Atman. Artaud señaló que la danza y el teatro en Occidente se caracterizan por ser más psicológicos e inmanentes, mientras que en Oriente, se inclinan hacia lo metafísico y trascendente (2001: 81). Con la globalización, esta influencia ha permeado en el mundo occidental, surgiendo piezas de danza que buscan alcanzar directamente los sentidos y la experiencia estética, convirtiéndose en conocimiento más que entretenimiento, revelando nuevos puntos de vista.
Para mí es la manera más cercana de acercarme a lo invisible, a lo que no se puede tocar. Me permite llegar a lugares que me interesan en la vida. Lugares que parece que no existen en el mundo real. No llegas siempre, pero sí llegas muchas veces. Y eso es lo que te engancha (...) quieres llegar siempre. Y continúas. (Novás 2014, 6:43)
La trascendencia también implica superar del esclavizante pensamiento binario. Nuestra mente tiende a entender el mundo a través de pares de opuestos, que en realidad son una simplificación de algo mucho más complejo. Esta construcción humana inevitablemente, jerarquiza y excluye. Sin embargo, el Yoga nos proporciona una perspectiva diferente, donde los opuestos se convierten en dos caras de una misma moneda, una moneda con una esencia única. Así, lo antagónico se retroalimenta y lo diferente se encuentra. Esta idea se aplica también a las artes escénicas, donde el dolor y la tragedia pueden transformarse en placer y comedia, y viceversa, al igual que las máscaras en el teatro, o la forma y el contenido (1). A pesar de que el arte puede ser percibido como binario y estar conectado con la emoción, podemos trascender esa dualidad al empatizar con lo que ocurre en el escenario, experimentando la catarsis, un proceso purificador necesario para alcanzar el Moksha o liberación.
Un proceso es acción. De hecho, una de las contribuciones más importantes del Bhagavad Gita, uno de los textos hinduistas fundamentales para el Yoga, es la creencia de que la salvación se alcanza a través de la acción, no solo a través de la meditación. La clave no reside en renunciar a la acción, sino a los resultados de la misma, lo que en sánscrito se conoce como nishkam karma. Del mismo modo, la danza es un arte de acción. Antiguamente, el enfoque estaba puesto en el resultado final, pero actualmente, la atención se centra en el proceso y en la energía que se respira, buscando que la actuación esté llena de vida. Porque en la acción, reside la vida. Esta idea es proyectada por el coreógrafo israelí Ohad Naharin al prohibir el uso de espejos en los ensayos de la Batsheva Dance Company, evitando que los bailarines se enfoquen únicamente en la forma, lo que podría arruinar su alma y bloquear su evolución. En sus palabras, apelando al Gaga (el estilo que él mismo creó):
El Gaga no va sobre mirarte a ti mismo, sino sobre sentir dónde estás realmente en el espacio, y la distancia de las partes de tu cuerpo entre ellas, y de tus compañeros y del universo (Naharin, 0:55)
La acción como evolución está libre de deseo y desposesión. Es puro dejar entrar y luego dejar salir (Salazar 2018: 25), que surge de la escucha profunda y del silencio. Para lograrlo, sólo necesitamos escuchar a nuestro cuerpo. ‘El cuerpo nunca miente’, máxima atribuida a la bailarina Marta Graham, empleada en psicología occidental, en textos sobre dramaturgia pos-dramática (2) y sobre Yoga (3). Una vez más, todo es lo mismo. Pero... ¿Qué es el cuerpo? Si profundizamos en la perspectiva del Yoga, descubrimos que consta de tres capas: el cuerpo físico, el sutil y el causal. El sutil está compuesto por la energía que nos impulsa, mientras que el causal equivale a lo que muchos llaman alma, una energía primordial que es el origen de todo. Tener consciencia de estas últimas dos capas también es importante para un bailarín. La conexión y conciencia de estos aspectos del cuerpo permiten que un bailarín transmita más que otro, evitando quedarse en movimientos superficiales, sin sustancia y adquiriendo auténtica presencia escénica.
A través de ambas disciplinas, aprendemos a sumergirnos en el "no saber" que implica el presente, tal como señalan Denis Criado desde el Yoga (2020:111) y Mónica Valenciano desde la danza (2018, 1:19). No buscamos siempre entender conceptualmente la práctica, sino que experimentamos primero para comprender después. Nos conectamos con nuestra esencia y regresamos a lo simple, a nuestro hogar interno, donde el cuerpo es el lugar de vida y de danza. Esto es presencia. Conexión. Libertad interior que se proyecta hacia el exterior, tanto en la vida cotidiana como en el escenario. Esta libertad interior se refleja en la intuición del bailarín, que es el lenguaje del alma que se comunica a través del cuerpo (Criado, 2020:107).
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Notas al pie
1. Sobre este aspecto se puede indagar en el tercer capítulo - Os problemas do par Forma/Conteúdo - del ensayo Confio-te o meu corpo, de Afonso Becerra de Becerreá
2. Capítulo 9 de Confio-te o meu corpo, por Afonso Becerra de Becerreá
3. El cuerpo no miente. El cuerpo habla el idioma del alma. (Criado 2020: 17)
Referencias
Artaud, A. (1938) El teatro y su doble. (ed.) (2001) Barcelona: Editorial Edhasa
Becerra, A. (2018). Confio-te o meu corpo. Santiago de Compostela: Através editora
Conde-Salazar, J. (2018) La danza del futuro. Madrid: Continta me tienes
Criado, D. (2020) Cuerpo consciente. Barcelona: Editorial Kairós
Webgrafía
[danceconsortium] (2012) Ohad Naharin discusses Gaga movement [Video]. Youtube.
https://www.youtube.com/watch?v=OGPG1QL1vJc
[Les Matarifes f6] (2018) Procesos // Mónica Valenciano // Imprenta Acústica [Video].
Youtube https://www.youtube.com/watch?v=2dUPL6ZjR7w
Menéndez, R. [Roberto Menéndez] (2018) La memoria del cuerpo: formas en el espacio-tiempo [Video]. Vimeo.
https://vimeo.com/263354364?fbclid=IwAR0XkVQVGGyGgSWUZF3dq52ymRf1ADWrt
Rota, V. [Virginia Rota] (2014) Cadencia [Video]. Vimeo.
