Por Ana González Vañek
¿Por qué no se habla de espiritualidad en la mayoría de los entornos dedicados a la danza, siendo que la misma constituye un aspecto inherente a nuestro ser? ¿Por qué hemos limitado nuestra experiencia de la danza a la valiosa pero insuficiente incorporación de recursos físicos, técnicos, discursivos y escénicos, haciendo a un lado la infinita sabiduría espiritual que nos habita?
Consideramos que nuestra humanidad merece acceder a las profundas verdades que durante milenios se han ocultado tras los velos de la ilusión y que subyacen a las apariencias de un mundo en clara y evidente deconstrucción.
Siendo la danza un arte que nos permite acceder a los múltiples registros sensoriales de nuestra humanidad -así como también a la experiencia de la comunicación espiritual- y con la intención de conocer más acerca de los fenómenos que acompañan nuestra existencia corpórea, tuvimos el placer de entrevistar a Aldana Casal, especialista en mediumnidad, o lo que ella describe como la vida después de la vida.
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"Pocos días antes de su 'partida', le envié esta entrevista a Luis (Biasotto). Me sorprendía no haber recibido su respuesta, no sólo porque solía responderme enseguida sino porque es un tema que le interesaba y sobre el cual habíamos hablado mucho. Lo que ya no me sorprende es haber intuido con certeza, precisamente unos días antes de su despertar a la verdadera vida, que era necesario hablar sobre esto en el mundo de la danza. Por eso elegí no dejarlo pasar como una anécdota o una nueva sincronía. La sección Danza & Espiritualidad, que continúa convocando bellísimos escritos de artistas y amantes de la danza en el mundo de habla hispana, nació gracias a esta experiencia. Tuve la bendición de conocer profundamente a Luis. Mi intención es honrar la verdad de su alma y los anhelos de su corazón, alineados con un propósito trascendente que pude vislumbrar en él desde el principio. Si nuestro vínculo mantuvo intacta su pureza fue gracias a su resguardo, y al mío. Hoy comprendo bien por qué así debía ser pero muy especialmente, para qué. Si tenemos el valor de concebir a nuestra danza en su dimensión espiritual y obramos en coherencia con ella, estaremos en condiciones de brindar valiosos tesoros a nuestra humanidad para su evolución, sanación y redención. Hoy más que nunca, es necesario que trabajemos para eso. De todo lo demás, no quedará nada. Elijamos la vida."
Ana González Vañek
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En esta entrevista, Aldana Casal compartió con Danza & Comunicación todos sus conocimientos acerca de una temática cuyo valor pretendemos rescatar y reivindicar, para contribuir al proceso de cocreación de un mundo que elija la vida por sobre las ilusiones de la materia. Esto sólo será posible a través de la experiencia de una danza pura y honesta, que acepte e integre al trabajo del cuerpo la riqueza de su repertorio emocional y muy especialmente, la sabiduría de su dimensión espiritual. Quien tenga ojos para ver, que vea. Quien tenga oídos para oir, que oiga.
➸ LA RIQUEZA DEL HOMBRE ES SU ALMA