Por Ana González Vañek
IG @danzaycomunicacion
Conocer a tantos artistas y creadores en artes escénicas, es una de las satisfacciones más grandes que me brinda mi amada profesión. Tal es el caso de Lucero Dávila, de Perú, quien ha nutrido con su hermosa escritura nuestra publicación, poniendo de manifiesto sus valores y calidad humana en todas las áreas de su trabajo. Lucero es Bailarina y Escritora, con formación en Teatro y Arteterapia. Actualmente continúa su formación en artes escénicas y trabaja como Modelo de pose artística para la Escuela Bellas Artes del Perú. Asimismo, brinda talleres particulares de movimiento consciente. Tuvimos el placer de conversar con ella para conocer en mayor profundidad sus actividades, sus expectativas y mirada sobre el arte.
AGV: -¿Cómo fueron tus comienzos en la danza?
LD: Siempre me gustó la danza, sobre todo el Ballet, pero no lo manifestaba pues creía que no era posible.
Años después, siendo una adulta, me enteré de una pieza de danza contemporánea, busqué más información sobre las clases y terminé ingresando a estudiar en el taller que dirigía la autora de la obra. Posteriormente me matriculé en el Centro cultural de la Universidad San Marcos. Al poco tiempo, mientras estudiaba danza y teatro, tuve un accidente que me alejó por años de toda expresión artística. A partir de ese momento, las lesiones y dolores serían una constante en mi intento por volver; pero la imagen que tenía en mi cabeza, en la cual estaba bailando, me llevó siempre a buscar la manera de seguir, hasta que un día por fin pude retomar clases, que de nuevo tuve que abandonar por las lesiones, pasando así mucho tiempo más. Los años transcurrieron y volví; pero ahora, a estudiar Ballet, por fin. Encontré una escuela donde estudio con las clásicas idas y venidas, pero continúo finalmente. Hoy, introduzco lo que voy aprendiendo del Ballet, a mi trabajo escénico y a mi trabajo dentro de las artes plásticas, pues no sólo soy actriz, sino también Modelo de pose artística; y en cada performance que presento o en mis poses artísticas, llevo la danza conmigo.
AGV: ¿Cómo describirías tu evolución en el sendero artístico?
LD: Inicié llevando un taller de Teatro de sombras, también llamado: Sombras chinescas; posteriormente, me formé en Teatro corporal y actuación, y empecé a trabajar en teatro, cortometrajes y TV. Inicié también estudios de danza con los inconvenientes antes descritos. En el colegio, escribía las obras que interpretábamos y, con el tiempo, tomé cursos de narración publicando textos dramatúrgicos, artículos teatrales y un cuento que hace poco vio la luz en físico luego de ganar una convocatoria. Por supuesto, a todo lo dicho se suma mi participación dentro del equipo de Danza & Comunicación, donde encontré un espacio que me ayuda a aprender más sobre la danza, sobre mí y sobre lo importante que es el arte en el desarrollo humano. En lo escénico, acabo de presentar una performance en la cual combino teatro, danza y poesía; también he inaugurado exposiciones de artes plásticas bailando mis propias coreografías. He producido y dirigido una obra de teatro y también un cortometraje durante la pandemia. Actualmente estoy cursando una certificación en Danzaterapia, que me permite utilizar la danza y el movimiento como medios para curar y proporcionar a las personas una nueva herramienta con la que pueden cambiar las perspectivas respecto a sus dolencias, para mirar el mañana con más esperanza y amor a la vida. Esta herramienta acompaña a la terapia médica como canalizadora de la dolencia o padecimiento.
AGV: ¿Qué actividades estás llevando a cabo actualmente en el campo de la danza en tu ciudad?
LD: Hace poco realicé una presentación para uno de los eventos culturales de la Escuela Bellas Artes del Perú, donde trabajo como Modelo de Pose artística. En la performance interpreté el cuento que acabo de publicar con elementos de poesía y danza. También he realizado presentaciones con mis propias coreografías para exposiciones de artes plásticas, en las que puedo comunicar a la danza con otras disciplinas artísticas, encontrando muchos parecidos y una enorme cantidad de puentes que pueden cruzarse a la hora de elaborar una obra, ya sea pictórica, escultórica o dancística. Espero seguir encontrando más oportunidades para hacer que los lenguajes converjan. En este momento estoy en proceso de abrir nuevamente mis talleres de Movimiento consciente y Danzaterapia, herramientas en la cuales conviven muchos elementos y principios de la danza. Estos espacios de enseñanza son ventanas por las que las personas pueden acercarse a este bello arte y verlo desde el punto de vista de la salud física, mental y espiritual, pues bailar te conecta contigo y ayuda en tu conexión con el mundo.
AGV: Considerando tu participación activa en el cruce de la danza con otras disciplinas artísticas ¿Qué aspectos remarcarías del mismo y por qué?
LD: Hablaré desde dos convergencias: la danza con el teatro y la danza con las artes plásticas. En cuanto a la danza con el teatro, es necesario comenzar diciendo que las dos son artes escénicas y la comunicación es, quizá, más cotidiana. En ambos campos usamos el cuerpo como medio de expresión: en uno, sin voz y en el otro, con voz. En mi ejercicio actual, y saliendo un poco del marco teórico, veo que es fácil dejar que una haga las veces del otro; por ejemplo, diré que en mi última presentación cambié unos textos por una coreografía y el público entendió en el cuerpo lo que la voz tenía que decir. Creo que, dado el curso de los eventos en mi práctica escénica y la participación de tantos elementos artísticos, considero que, respecto a estos dos lenguajes, la danza y el teatro, son indivisibles para mí a la hora de llevar un trabajo al escenario y creo que, en la mayoría de las veces, será así. En cuanto a la danza y las artes plásticas, si bien son lenguajes distintos, también es posible encontrar en ellas zonas de contacto; ésto lo he descubierto a raíz de mi ejercicio como modelo en Bellas Artes donde recojo que la escultura tanto como la pintura también están en movimiento, pues su proceso conlleva la aplicación de un ritmo, el cual se plasma en la obra a pesar de estar sobre un lienzo o ser una escultura fija. Aparentemente están estáticos, quietos; pero cada pieza modelada y cada pincelada, tienen movimiento, se desplazan y continúan; fluyen como en una coreografía. El escultor, así como el pintor, se mueven. El primero debe recorrer su modelado, su pieza durante todo su proceso; el segundo, lleva un movimiento interno que lo transfiere al brazo y a la mano mientras da las pinceladas, ambos también bailan. Por supuesto que hay mucho en común. Espero seguir descubriendo más, plasmarlo en mi trabajo, seguir alimentándome y ¿por qué no? retroalimentar también.
AGV: ¿Cómo describirías el campo de la danza en tu contexto actual?
LD: Vivo en Lima, capital del Perú, y actualmente el clima para la danza ha mejorado: ésto, por supuesto, debido a denodados esfuerzos que han hecho bailarines reconocidos como Morella Pettrozi, Pachi Valle-Riestra, Miguel Burgos, Patricia Cano, María del Carmen Silva, la gran maestra Lucy Telge y muchos otros grandes de la danza que han pasado y siguen pasando por los escenarios y detrás de ellos para que tengamos más acceso al Ballet, a las danzas folclóricas y tradicionales, a la danza contemporánea, urbana y a muchos otros géneros que se están gestando, revalorizando y masificando. Hoy vemos más espectáculos, hay campeonatos, festivales, programas de televisión y vienen compañías extranjeras a nuestros escenarios. Hay escuelas, universidades, academias, talleres, muchos de ellos con costos accesibles en los cuales uno puede prepararse de forma profesional o como pasatiempo, incluso en edad adulta. Considero que el panorama a futuro es esperanzador, y esto se debe al arduo trabajo de quienes nos abrieron las puertas: ellos nos dejan el compromiso de mantenerlas abiertas y hacerlas visibles para una sociedad que todavía no termina de ponerse a bailar.
AGV: ¿Qué entendés por comunicar a través de la danza?
LD: Comunicar es transmitir mensajes y, para ello, deben existir un emisor, un receptor y otros elementos como el canal, código, la decodificación, la retroalimentación, etc. Comunicar a través de la danza es transmitirla como un mensaje, que el emisor debe decodificar para que el público en general, que es el receptor, lo entienda y pueda acercarse a ella. La danza se convierte en un lenguaje con las características de tal, por lo que, en sí mismo, comunica; y quienes utilizamos dicho lenguaje, tenemos que presentarlo con la mayor claridad posible, no cambiando sus características o forma sino enseñando al receptor la forma de leer y comprender el mensaje. Por otra parte, la retroalimentación se dará posteriormente a la digestión que el receptor haga de la información otorgada. La misma será en los términos que el receptor considere, como practicar danza, leer más sobre ella, compartir la información o convirtiéndose en un asiduo asistente a las obras que se muestren cerca de él. En este sentido, medios como Danza & Comunicación tienen un papel muy importante al colocar a la danza frente a una gran cantidad de público como mensaje, canal y código, decodificando el mensaje para que llegue al receptor de forma sencilla y accesible.-