Por Angélica Guevara
Fuente - Pinterest
Danzar es un camuflaje,
cada paso te convierte en un animal.
Desde la ligereza de un colibrí,
y su energía desbordante.
Más la agilidad de una liebre,
Incluso, la contorsión de una serpiente.
Cada animal es una exploración del cuerpo.
Mutar, en movimientos
no repercute en el ser,
es impregnarse de pasión.
Es extrapolar lo que se siente,
desde adentro.
Poder comunicar con movimientos,
al traspasar los límites.
Danzar te acerca a lo salvaje,
Descubriendo nuevos senderos de conexión.
Puedes desear trepar un árbol,
convertir tus extremidades en un instrumento
capaz de emanar energía del cuerpo.
De ser lo contrario,
¿Podría la danza comunicar desde el alma?