Por Lorena Colombatti
IG @cuerpocanal
No encuentro otra forma mejor para amar que bailar.
El pie camina sobre la raíz,
los pasos siguen un pulso,
el viento desordena el aparente caos que me habita.
Siento la fuerza de mis brazos libres,
siento una voz que resurge.
Camino y recuerdo la antigua danza.
Un nuevo pulsar acompasa el sentir,
alguien guía mis pasos,
me acoplo al nuevo ritmo,
lo recuerdo en su andar,
trazo trayectorias con la mirada,
respiro junto con el.
Las luces hoy se ven,
las toco y me hablan,
y a las sombras de mi amar y dar,
las abrazo e invito a danzar.
La nueva danza emerge luminosa y suave
Me habla del dar y recibir
Aquietar la mente y abrir el sentir
Vivir en eterna conexión
Contactar para conectar
Liberar el flujo vital para que se vuelva movimiento infinito y vital.
Voy aprendiendo que el camino de reprimir lo sensible ya no es el camino, pues genera excesiva tensión en mi cuerpo y acumulación.
Voy aprendiendo a dejarme ver y revalidar mi forma de amar y ser en este tiempo.
Y sí, siento al mundo y lo expreso en el símbolo corpóreo energético,
Y sí, le bailo a la tierra para recordarle que voy recordando y honrando.
No encuentro otra forma mejor para amar que BAILAR.
BAILAR como forma de ser y estar
BAILAR como rezo
BAILAR como oráculo para recordar y recibir
BAILAR para integrar todos los mundos
BAILAR para expresar y liberar
BAILAR para estar en paz
BAILAR para ser mi hogar
Y sí, cuando siento tanto al mundo, busco la forma de bailarlo, esa es mi alquimia de integración, transformación y comunicación.
En la paz de mi danza encuentro el camino de mi cuerpo.